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A menudo escuchamos la palabra emprendedor y la mayoría de las veces pensamos que se trata de un adulto que tiene algún tipo de negocio. Sin embargo, los emprendedores vienen en muchas formas y tamaños diferentes.
A continuación te dejamos algunos consejos para todos esos estudiantes (grandes y pequeños) que están pensando en iniciar su propio negocio:
1. Aprovecha los recursos gratuitos.
Si tu escuela te facilita programas para desarrollar tus habilidades de negocio, sácales el máximo jugo posible. Asiste a conferencias, exposiciones y todo el tipo de evento relacionado a desarrollar tus habilidades como emprendedor y que sean proporcionados por tu escuela u organizaciones de la localidad.
2. Utiliza tu audiencia y conviértela en una ventaja.
Si estas pensado en lanzar algún nuevo producto o servicio, tus compañeros de clase pueden ser la audiencia perfecta para probar tu nuevo producto. Los alumnos de tu escuela son también una gran red de interacción que puedes aprovechar para hacer publicidad de tu producto.
3. Comete errores.
Si eres un estudiante lo más probable es que tu mayor responsabilidad sea la escuela y esto es una gran ventaja. Cuando seas adulto obtendrás distintos tipos de compromisos económicos y deudas que por ahora no tienes. Aprende, intenta, rétate a ti mismo. ¡Ahora es el momento!
4. Haz lo que amas.
Ahora es cuando puedes convertir ese hobby en un gran negocio, sin tanto riesgo. Aprovecha el tiempo libre que tienes y que mejor con algo que te apasiona y que al mismo tiempo puede resultar en un gran negocio.
5. Aprovecha las experiencias de tus padres.
Escucha a tus padres y su experiencia, ellos han recorrido un camino más largo que el tuyo y pueden ser una gran guía para tu negocio. Recuerda también que al ser menor de edad será necesario el consentimiento y apoyo legal de tus padres para abrir un negocio formalmente.
Por último, no tengas miedo a pensar en grande. Recuerda que el mayor obstáculo de nuestros sueños son nuestros pensamientos.
